En un tazón pequeño, disuelve la levadura en agua tibia y déjala reposar durante unos 5 minutos hasta que esté espumosa.
En un tazón grande, mezcla la harina y la sal.
Añade la mezcla de levadura, la miel (o la alternativa elegida) y el aceite de oliva a los ingredientes secos, revolviendo hasta que se forme una masa.
Amasa la masa en una superficie enharinada durante unos 5-7 minutos hasta que esté suave y elástica.
Coloca la masa en un tazón engrasado, cúbrela con un paño húmedo y déjala crecer en un lugar cálido durante aproximadamente 1-2 horas, o hasta que doble su tamaño.
Golpea la masa para desinflarla y divídela en 2-3 porciones, dependiendo del tamaño de tu pizza.
Extiende cada porción en una superficie enharinada hasta el grosor deseado.
Precalienta tu horno a 245°C.
Transfiere la masa a una bandeja para pizza o una bandeja para hornear engrasada, añade tus coberturas favoritas y hornea durante 10-15 minutos, o hasta que la corteza esté dorada y el queso burbujeante.
¡Corta y disfruta de tu pizza estilo Pizza Hut casera!
