Ingredientes: Piel de cerdo (puedes conseguirla en carnicerías o supermercados), Sal al gusto, Pimienta al gusto, Otras especias opcionales: ajo en polvo, paprika, comino (según tu preferencia),
Aceite para freír.
Preparación: Lava bien la piel de cerdo y córtala en trozos pequeños. Hierve la piel de cerdo en agua con sal durante unos 30-40 minutos. Esto ayuda a ablandar la piel. Retira la piel del agua y sécala con una toalla de papel. Deja que se enfríe y se seque completamente. Espolvorea los trozos de piel con sal, pimienta y cualquier otra especia que desees. Masajea las especias en la piel para asegurar una distribución uniforme. Calienta suficiente aceite en una sartén grande para cubrir los trozos de piel de cerdo. Cuando el aceite esté caliente, agrega los trozos de piel de cerdo y fríelos hasta que estén dorados y crujientes. Asegúrate de cocinarlos en lotes para no sobrecargar la sartén. Retira los chicharrones fritos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. ¡Listo! Ahora tienes chicharrones crujientes y deliciosos. Puedes servirlos como aperitivo o acompañamiento. Recuerda que el proceso de freír chicharrones puede generar salpicaduras, así que ten cuidado y utiliza una tapa para protegerte. ¡Disfruta de tus chicharrones!