- Preparar la masa: mezclar en un bol la harina, el azúcar y la sal. En otro bol batir ligeramente los huevos y luego mezclarlos con la leche y el extracto de vainilla.
- Amasar la masa: vierte la mezcla de huevo y leche en la mezcla de harina y mezcla bien hasta obtener una masa suave. La masa debe tener una consistencia ligeramente gomosa.
- Dejar reposar: Deja reposar la masa durante unos 30 minutos para permitir que los sabores se mezclen y la masa se solidifique.
- Freír: Calentar la grasa o el aceite en una sartén o freidora a una temperatura entre 170°C y 180°C. Tenga cuidado de no sobrecalentar la grasa.
- Formar aros: sumerge una cuchara en la grasa caliente y sumérgela brevemente para que se caliente. Luego, saque la masa con la cuchara caliente y sumérjala suavemente en la grasa para formar un anillo.
- Freír: freír los aros de nieve hasta que estén dorados por ambos lados. Asegúrate de que estén cocidos de manera uniforme.
- Escurrir: Retire los aros fritos terminados de la grasa y escúrralos sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.
- Polvo: Espolvorea generosamente los anillos de nieve con azúcar en polvo mientras aún estén calientes.
- Servicio: los anillos de nieve se sirven mejor frescos y calientes. Sirva con una taza de chocolate caliente o una pizca de canela.
Conclusión:
Los anillos de nieve son una deliciosa tradición culinaria invernal que aporta alegría y diversión a la estación fría. Con su exterior crujiente y su tierno interior, son un verdadero placer para toda la familia. Después de un paseo invernal o simplemente como un capricho, estos anillos de nieve proporcionan una sensación acogedora y evocan un trozo de magia invernal sobre la mesa.