Activar la levadura:
En un tazón grande, combine 500 ml de agua tibia, 1 sobre de levadura seca y 1 cucharada de azúcar. Revuelve hasta que la levadura se disuelva por completo. Déjelo reposar durante 5 a 10 minutos hasta que la mezcla se vuelva espumosa.
Hacer la masa:
Añadir poco a poco a la mezcla de levadura 600-650 g de harina y 1 cucharadita de sal, revolviendo constantemente. La masa debe quedar suave y ligeramente pegajosa. Use sus manos, mojándolas si es necesario, para extender y amasar la masa hasta que forme una bola suave y cohesiva.
Primera fermentación:
Cubrir la masa con un paño húmedo y dejar fermentar a temperatura ambiente (unos 30°C) durante 25 minutos.
Desgasificación y Plegado:
Después de la primera fermentación, lubrique sus manos con un poco de aceite, doble suavemente la masa hacia adentro y presione para que suelte el gas. Tapar y dejar reposar otros 20 minutos.
Segunda fermentación:
Repetir el proceso de plegado, luego dejar fermentar nuevamente la masa durante 10 minutos.
Fermentación final:
Doblar la masa por última vez y dejar fermentar una hora más. Este es el momento ideal de fermentación de la masa, lo que asegura una textura ligera y aireada.
Divida y dé forma:
espolvoree la superficie de trabajo con harina. Divida la masa en 4 partes iguales y forme una bola con cada pieza. Déjalo reposar durante 5 minutos. Dale forma a los panes planos:
con las manos, presiona y aplana cada bola de masa, luego estírala suavemente para darle una forma de pan plano más grande. Espolvorea la parte superior con harina de maíz para darle más textura.
Agregue aceite de oliva:
Vierta 2 cucharadas de aceite de oliva sobre la masa, presionando con las yemas de los dedos para ayudar a distribuir uniformemente el aceite y crear hoyuelos.
Cocinar:
Precalienta el horno a la temperatura más alta. Coloca las focaccias en una bandeja para horno y cocina una durante 5-7 minutos, hasta que estén doradas e hinchadas.
Fresco:
Una vez cocidas, envuelve las focaccias en un paño limpio para mantenerlas suaves mientras se enfrían.
Sugerencias para servir:
Sirva caliente con hummus o su salsa favorita.
Úselo como base para pizzas y agregue los aderezos antes de hornear.
Corte y rellene con carne asada, verduras o falafel para obtener un delicioso wrap.
Disfrútelo con un poco de mantequilla, ajo o hierbas como guarnición sencilla.
Consejos de cocina:
asegúrese de que el agua esté tibia, no hirviendo, para activar adecuadamente la levadura. Trabaja con la harina para evitar que se pegue mientras le das forma a la masa.
Esté atento al horno, ya que los panes sin levadura se cocinan rápidamente a altas temperaturas.
Si la masa queda demasiado pegajosa, añade un poco más de harina, pero evita que quede demasiado seca.
Beneficios nutricionales:
Harina: Aporta carbohidratos, esenciales para obtener energía.
Levadura: Agrega un refuerzo de vitamina B.
Aceite de oliva: Rico en grasas monoinsaturadas saludables.
Harina de maíz: Agrega fibra y una textura crujiente al pan sin levadura.
Información dietética:
Vegetariano: Sí
Vegano: Sí
Sin lácteos: Sí
Sin nueces: Sí
Información nutricional (por porción):
(Suponiendo 4 panes planos)
Calorías: 250 kcal
Proteínas: 6 g
Carbohidratos: 45 g
Grasas: 6 g
Fibra: 3 g
Azúcares: 2 g
Almacenamiento:
Temperatura ambiente: Conservar en un paño o recipiente hermético hasta por 2 días.
Refrigerador: Guárdelo en un recipiente hermético hasta por 5 días.
Congelador: Congelar hasta 1 mes. Vuelva a calentar en el horno o sartén antes de servir.
Por qué te encantará esta receta:
Las focaccias son versátiles y se pueden utilizar en diversas comidas.
Es fácil trabajar con la masa, incluso para principiantes.
El tiempo de cocción rápido lo hace conveniente para cenas entre semana.
La focaccia casera ofrece una opción más fresca y sabrosa que la focaccia comprada en la tienda. Conclusión:
Esta receta casera de pan sin levadura es una mezcla perfecta de sencillez y sabor. La textura suave y masticable y el delicado sabor lo convierten en un acompañamiento ideal para una amplia variedad de platos. Ya sea que lo uses para sándwiches, wraps o como guarnición, este pan sin levadura se convertirá rápidamente en un alimento básico en tu cocina. Disfruta del proceso de elaboración del pan desde cero y saborea el resultado con tus platos favoritos.