1. Preparación del pollo
- Coloca las patas de pollo en una olla grande con agua suficiente para cubrirlos.
- Añade la cebolla, los dientes de ajo, pimienta, romero, tomillo y sal.
- Cocina a fuego medio hasta que el pollo se cocine. Retira del fuego y deja enfriar.
- Separa la carne de pollo del hueso. Reserva los huesos y tritura el pollo.
2. Preparación de las papas
- Hierve las papas en agua con sal hasta que estén suaves.
- Una vez cocidas, machácalas en puré y mezcla con el caldo de pollo.
3. Preparación de la mezcla de albóndigas
- Mezcla el pollo triturado con las papas, el parmesano rallado, y un huevo.
- Agrega los condimentos y mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
4. Formación de las albóndigas
- Forma pequeñas albóndigas con la mezcla. Incrusta el hueso de pollo en la albóndiga y tápala con más relleno.
- Pásalas por harina, luego por huevo batido, y finalmente por el pan rallado. Verás que te quedará como una pata de pollo gigante.
5. Cocción
- Fríe las albóndigas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes por fuera.
Consejos
- Sabor adicional: Puedes añadir hierbas frescas o especias al pan rallado para darles un toque especial.
- Aprovechamiento completo: Usa las sobras del caldo para preparar sopas o salsas.
- Fritura perfecta: Asegúrate de que el aceite esté a la temperatura adecuada para evitar que las albóndigas absorban demasiado aceite.
Reutilizar los huesos de pollo no solo reduce el desperdicio, sino que también te permite crear platillos llenos de sabor y versatilidad. ¡Anímate a probar esta receta y disfruta del resultado!