Pon un poco de sal gruesa y orégano en tus manos, me lo agradecerás.

Lo que sentirás

  • Físicamente  : Tus manos estarán más suaves, tersas y visiblemente refrescadas.
  • Emocionalmente  : Este pequeño ritual calma la mente, como un masaje en miniatura.
  • Energéticamente  : según la tradición, “limpia” la atmósfera que te rodea y atrae buenas vibraciones.

Y sobre todo, es una pausa sencilla, gratuita y efectiva para reconectar contigo mismo.

Algunas precauciones útiles

Como con cualquier tratamiento casero:

  • Evítalo si tienes cortes o piel muy sensible.
  • No frotes con demasiada fuerza: la delicadeza es esencial.
  • Este gesto no sustituye al tratamiento médico, sino que encaja perfectamente en una rutina de bienestar.

A veces  no hace falta casi nada para sentirse realmente mejor .

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