1. Preparar las verduras:
Lava y corta todas las verduras en trozos pequeños. Puedes hacer lo mismo con el calabacín (en rodajas finas) y la zanahoria (en rodajas o tiras). Asegúrate de que todo esté en tamaños similares para que se cocinen de manera uniforme.
2. Cocinar las verduras:
En una sartén antiadherente, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
Agrega la cebolla picada y cocina durante 3-4 minutos hasta que se vuelva translúcida.
Añade el brócoli, el calabacín, la zanahoria y el pimiento. Cocina las verduras por unos 5-7 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que estén suaves pero aún con algo de textura (debe quedar un poco “al dente” para no perder nutrientes).
3. Hacer la base de la pizza:
Bate los 2 huevos en un tazón pequeño y agrega sal y pimienta al gusto.
Vierte los huevos batidos sobre las verduras cocidas en la sartén, cubriéndolas bien. Reduce el fuego a bajo y cocina durante 5-7 minutos, permitiendo que los huevos se cocinen lentamente.
4. Formar la pizza:
Cuando los huevos estén cocidos y firmes, voltea con cuidado la “base” de la pizza usando una espátula. Si prefieres no voltear, también puedes cubrir la sartén con una tapa para terminar de cocer la parte superior de la pizza.
Cocina unos 2-3 minutos más para asegurarte de que todo esté bien cocido y dorado.
5. Servir y disfrutar:
Una vez que la pizza esté lista, sácala de la sartén con mucho cuidado y córtala en porciones.
Puedes decorarla con algunas hierbas frescas, un toque de salsa de tomate, o incluso un poco de queso rallado bajo en grasa si te gusta. ¡Disfrútala al instante!
Consejos adicionales:
Variedad de verduras: Puedes añadir o quitar las verduras según tus preferencias. Espinacas, champiñones o incluso tomate pueden ser grandes opciones.
Más sabor: Para darle un extra de sabor, añade hierbas italianas como orégano, albahaca o romero a las verduras antes de agregar los huevos.
