- Precalienta el horno a 180°C (350°F) y engrasa ligeramente una bandeja de horno rectangular o forra con papel de horno.
- Bate los huevos con el azúcar en un bol grande hasta que se espesen y se pongan pálidos, como si fueran una crema suave (esto puede tomar unos 5-8 minutos con batidora eléctrica).
- Tamiza la harina con el polvo de hornear (si usas) y la pizca de sal. Agrégala a la mezcla de huevos con azúcar en varias partes, de forma envolvente, con una espátula o batidor de mano, para no perder aire y que la masa quede esponjosa.
- Vierte la masa en la bandeja preparada y extiéndela con una espátula para que quede bien distribuida.
- Hornea el bizcocho durante 10-12 minutos, o hasta que se dore ligeramente por encima y al insertar un palillo, éste salga limpio.
- Saca el bizcocho del horno y deja enfriar durante unos 5 minutos. Luego, coloca un paño limpio sobre la superficie y voltea la bandeja. Retira el papel de horno con cuidado.
- Enrolla el bizcocho: Mientras aún está tibio, coloca el bizcocho con el lado dorado hacia afuera sobre el paño de cocina. Empieza a enrollarlo con cuidado, formando un cilindro, y deja enfriar completamente enrollado para que conserve la forma.
- Rellena el pionono: Una vez enfriado, desenrolla el bizcocho suavemente. Unta el relleno que prefieras (crema pastelera, dulce de leche, mermelada, etc.) sobre la superficie.
- Vuelve a enrollarlo con el relleno dentro, y si quieres, decora con azúcar glas, coco rallado o chocolate derretido.
¡Y listo! Tienes un delicioso pionono que no falla. Puedes personalizar el relleno y la decoración a tu gusto. ¡Disfrútalo!
