Para la masa choux: basta con poner a hervir el agua con la sal y la mantequilla en una cacerola, retirar del fuego y verter la harina de una vez. Vuelva a ponerlo al fuego y mezcle hasta que se formen raviolis y se forme una piel blanca en el fondo de la sartén. Colocar la masa en un bol y dejar enfriar. ¡Debe estar tibio!
Luego bate 1 huevo e incorpóralo a la masa usando el gancho amasador de una batidora o procesador de alimentos en la posición más alta. Batir e incorporar los huevos restantes.
Ahora mete la masa en una manga pastelera con boquilla de estrella grande y forma rosetas de unos 4-5 cm de ancho en una bandeja de horno forrada con papel de horno. Deje suficiente espacio en el medio.
Cocina todo en el horno precalentado (200°C) durante unos 30 minutos. Retirar de la sartén e inmediatamente cortar la tapa con unas tijeras, ¡luego dejar enfriar!
Para la crema de vainilla, remojar la gelatina. Verter 375 ml de leche en un cazo (retirar 3 cucharadas) y llevar a ebullición. Mezclar el pudín en polvo con 3 cucharadas colmadas de azúcar y 3 cucharadas de leche. Retire la leche del fuego, agregue el pudín en polvo, vuelva a hervir brevemente y luego disuelva en ella la gelatina exprimida. Coloca el pudín en un bol y déjalo enfriar.
Luego mezclar vigorosamente el pudín con la batidora, montar la nata montada a punto nieve e incorporarla al pudín. Ahora puedes volver a enfriar el pudín durante 1 hora y luego rellenar los bollos de nata con ayuda de una manga pastelera o rellenarla inmediatamente y enfriar los bollos de nata. ¡Espolvorea con azúcar glas! ¡Listo, buen provecho! Hola, si te gustó la receta deja un comentario, gracias.