Patatas al horno: el increíble método para dejarlas súper crujientes

Consejos

Forre la bandeja para hornear con papel pergamino para evitar que se pegue.

Asegúrate de utilizar la variedad adecuada de patatas. Las patatas Yukon son las mejores patatas para asar. Son lo suficientemente cerosos para garantizar que mantengan su forma mientras se tuestan, pero también lo suficientemente almidonados como para volverse sedosos y suaves por dentro.

No es necesario pelar las patatas primero: saben mejor con piel. Solo asegúrese de lavar las patatas con un cepillo para verduras antes de usarlas para eliminar la arena o la aspereza.

Siéntase libre de experimentar con otros condimentos: pruebe con pimentón ahumado, ajo en polvo, especias cajún o condimento para tacos.

Si ves que las patatas se dora demasiado rápido, puedes tapar la bandeja del horno con papel de aluminio.

Qué servir con papas al horno

Como aperitivo: sirva las patatas crujientes al horno con su salsa favorita, salsa pesto de hierbas, salsa romesco, alioli de ajo, crema agria o hummus.

Como plato principal: Sirva las papas al horno con un plato principal como rosbif o salmón braseado. ¡Agregue una ensalada fresca y su cena estará completa!

Cómo almacenar patatas al horno

Estas patatas al horno se sirven mejor mientras están crujientes. Las sobras se pueden guardar en el frigorífico (en un recipiente hermético) hasta por 5 días. Para recalentar, caliéntelo en el horno a 425 °F hasta que esté completamente caliente.

En un bol mezcle la mantequilla derretida con el parmesano, el ajo, la sal, la pimienta y el orégano.

Corta los dos lados de las patatas.

Marque la parte superior de las patatas, teniendo cuidado de no cortarlas por completo.

Coloca las patatas en una bandeja para horno y úntalas con la mezcla preparada.

 

 

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