- Prepara la Crema de Vainilla:
- En un bowl, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla homogénea y de color pálido.
- En una cacerola, disuelve las 2 cucharadas de maicena en los 200 ml de leche fría, removiendo bien para evitar grumos.
- Añade la mezcla de yemas y azúcar a la cacerola con la leche y maicena, y cocina a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la mezcla espese y se convierta en una crema suave.
- Una vez que la crema haya espesado, retírala del fuego y añade la esencia de vainilla. Mezcla bien y deja enfriar.
- Empapa las Galletas:
- Prepara 500 ml de café fuerte y déjalo enfriar un poco.
- Sumerge cada galleta en el café durante unos segundos, asegurándote de que no se empapen demasiado para que no pierdan su forma.
- Monta el Pastel:
- En una fuente para servir, coloca una capa de galletas empapadas en café.
- Sobre esta capa, extiende una capa de la crema de vainilla.
- Repite el proceso, alternando capas de galletas y crema, hasta terminar con una capa de crema en la parte superior.
- Decora con Almendras Laminadas:
- Espolvorea las almendras laminadas sobre la última capa de crema, distribuyéndolas de manera uniforme.
- Refrigera:
- Lleva el pastel al refrigerador por al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, para que las galletas se ablanden y absorban los sabores de la crema.
Consejos Adicionales:
- Variedad de Frutos Secos: Si lo prefieres, puedes sustituir las almendras laminadas por nueces, avellanas o pistachos, para darle un toque distinto a la decoración y sabor.
- Opcional: Cobertura de Chocolate: Para un acabado más goloso, puedes derretir un poco de chocolate y verterlo sobre las almendras antes de refrigerar el pastel.
- Personalización del Sabor: Si te gusta un sabor más intenso, puedes añadir un poco de licor (como licor de café o amaretto) al café donde empapas las galletas.
Este pastel es una fusión perfecta entre el tradicional pastel de galletas y una crema pastelera suave y aromática. ¡Disfrútalo en cualquier ocasión especial!