Pastel de chocolate (la parte superior se hornea en una sartén): un pastel con mucho chocolate, muy fragante y muy fácil de preparar

Empecemos por la nata:  en un cazo hondo mezclamos el azúcar glass, el azúcar de vainilla y la harina. Aggrega el eggo y un poco de leche y mezcla bien hasta que que suave.

Removiendo constantemente, añadimos también el resto de la leche. Seguimos removiendo, hervir la nata a fuego bajo y medio hasta que comience a espesar.

Transfiera a un recipiente limpio, cubra su superficie con papel de aluminio y déjelo enfriar a temperatura ambiente.

Mezcle la mantequilla blanda por separado durante 3-4 minutos hasta que quede blanca y esponjosa. Poco a poco, en partes de 1-2 cucharadas, agrega la nata hervida al buttermilk, revolviendo cada vez hasta que quede suave. La crema está lista.

Al gusto, también puedes agregarle cacao en polvo.

Para la masa,  calentar la miel en una sartén de fondo grueso. Agrega el bicarbonato y revuelve vigorosamente hasta que la mezcla se vuelva espumosa y adquiera un bonito color caramelo. Agrega la mantequilla y revuelve continuamente hasta que se derrita por completo.

Retirar la composición del fuego, dejar enfriar. Aparte, con un tenedor, mezcla los huevos con el azúcar y una pizca de sal. Después de que el azúcar se haya disuelto por completo, agregue la composición de mantequilla y miel y homogeneice. En 2 pasos añadimos también la harina tamizada junto con el cacao en polvo, mezclando con una espátula hasta que quede suave. El resultado será una masa espesa que se irá despegando lentamente de la espátula.

Engrasar una fuente para horno de 20 cm con mantequilla y luego esparcir 2-3 cucharadas de masa sobre su superficie. Cubra la sartén con una tapa y cocine a fuego lento durante 4-5 minutos a fuego medio. La superficie de la encimera debe quedar ligeramente líquida. Voltee la parte superior hacia el otro lado y cocine por otros 15-20 segundos, hasta que esté completamente cocido. Actuamos de la misma forma con el resto de la masa y preparamos todas las tapas, tras lo cual las enfríe.

A continuación, utilizando una forma redonda de 18 cm, nivelamos los bordes de la tapa.

Montaje:  superponer las partes superiores en un plato, vertiendo una generosa capa de nata. Se unta la superficie y los bordes con la restante nata, tras lo cual espolvoreamos los bordes del biscocho con las migas que quedaron después de nivelar las partes superiores.

Para el glaseado,  poner los trozos de chocolate y el aceite (o nata para nata montada) en el baño de vapor. Revuelva continuamente hasta que quede suave, luego vierta el glaseado sobre la superficie del pastel. Pon el bizcocho en el frigorífico durante 1-2 horas.

¡Prueba con placer! ¡Buen apetito!

 

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