Un candado es un elemento común que tiene un propósito importante. La gente los usa para sus bicicletas, cobertizos exteriores, cajas de herramientas y portones. Están diseñados para resistir los elementos y los intentos de dañarlos o cortarlos. Sin embargo, tienen una característica secreta, un pequeño agujero en la parte inferior, que también cumple una función importante.
Cumpliendo una función importante
Usar un candado es una forma segura de proteger sus pertenencias contra robos. Son una herramienta pequeña pero impactante, hecha de metal. Como resultado, los candados son susceptibles a oxidarse debido a daños causados por el agua y condiciones climáticas extremas. Afortunadamente, están diseñados con un pequeño agujero misterioso en la parte inferior que permite que el agua escape. Esto evita que el candado se oxide, prolongando su vida y uso.
Alternativa al agujero del candado
Si bien la característica del pequeño orificio del candado alguna vez fue revolucionaria, también se encuentran en el mercado candados resistentes a la intemperie. Este diseño garantiza que un candado garantice continuamente que sus pertenencias estén seguras durante todo el año.
Otra razón para el diseño del candado
Además de proteger contra la oxidación, el pequeño agujero en la parte inferior de un candado cumple otra función importante. A veces, el candado puede atascarse o no poder abrirse, incluso con una llave o un código correcto. Como tal, el orificio se puede lubricar sintéticamente para ayudar a que el candado se abra.
Otras cosas cotidianas con ‘funciones ocultas’
Los candados no son lo único que se ha diseñado con funciones secretas u ocultas. Aquí hay algunos otros artículos útiles que sirven para múltiples propósitos.
Destornilladores como llaves
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