- Preparar las papas: Comienza lavando bien las papas pequeñas. Si lo prefieres, puedes dejarlas con la cáscara, ya que esta le dará un toque rústico al plato. Si son demasiado grandes, córtalas a la mitad. Luego, pon a hervir las papas en una olla con agua y sal durante unos 10-12 minutos o hasta que estén tiernas pero no completamente cocidas. Escúrrelas y reserva.
- Sofreír el ajo y la cebolla: Pela y pica finamente los 5 dientes de ajo y la cebolla. En una sartén grande, calienta las 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Añade el ajo y la cebolla picados, y sofríelos hasta que estén dorados y fragantes, aproximadamente unos 5 minutos. Asegúrate de que no se quemen para que no amarguen la salsa.
- Añadir las papas a la sartén: Incorpora las papas escurridas a la sartén con el sofrito de ajo y cebolla. Saltéalas durante unos 5 minutos para que se impregnen bien del sabor. Revuelve con cuidado para no romper las papas.
- Preparar la salsa cremosa: En la misma sartén, vierte los 400 ml de crema de leche para cocinar y los 150 ml de agua. Mezcla todo bien y deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos 10-15 minutos, hasta que espese ligeramente y las papas estén completamente tiernas.
- Ajustar los sabores: Prueba la salsa y ajusta con sal y pimienta al gusto. Si prefieres una salsa más espesa, puedes dejarla cocinar unos minutos adicionales hasta que alcance la consistencia deseada. Una vez que las papas estén tiernas y la salsa tenga una textura cremosa, retíralas del fuego.
- Sirve las papas en salsa cremosa de ajo calientes, espolvoreando un poco de perejil fresco picado si lo deseas para darle un toque de color.
Si quieres darle un toque más gourmet, puedes añadir un poco de queso parmesano rallado justo antes de servir. ¡El resultado será irresistible!
Estas papas en salsa cremosa de ajo son el acompañamiento perfecto para carnes, pescados o simplemente para disfrutar solas.
