Ablanda la gelatina: Remoja las hojas de gelatina en un recipiente con agua fría durante 10 minutos para rehidratarlas.
Mientras tanto, corta el foie gras en trozos pequeños para facilitar su derretimiento.
Paso 2: prepara la panna cotta de foie gras
En un cazo pequeño calienta suavemente la nata y la leche sin que llegue a ebullición.
Añade los trozos de foie gras y mezcla hasta que quede suave. Ajustar el condimento con sal y pimienta.
Retirar del fuego y añadir las hojas de gelatina escurridas. Remueve vigorosamente para disolverlos bien.
Divide la preparación en vasos, moldes o moldes individuales. Deje enfriar a temperatura ambiente, luego colóquelo en el refrigerador durante al menos 4 horas (idealmente durante la noche).
Paso 3: Prepara la cebolla confitada
Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego lento. Agrega la cebolla cortada en rodajas y una pizca de sal.
Cocine a fuego muy lento, revolviendo regularmente, hasta que las cebollas estén traslúcidas y suaves.
Espolvorea con azúcar y, si lo deseas, agrega vinagre balsámico para darle un toque picante. Deja que se caramelice, revolviendo suavemente. Reservar en el frigorífico.
Fase 4: Condimento y degustación
Desmolde con cuidado la panna cotta (si es necesario, sumerja rápidamente el fondo de los moldes en agua caliente) o sírvala directamente en vasos.
Añade una cucharada generosa de cebolla confitada a cada ración.
Servir frío, acompañado de pan asado o pequeñas tostadas.
🌟 Consejos y variaciones
Para una versión aún más lujosa, a la hora de servir, añade una pizca de flor de sal y unos trozos de avellanas tostadas.
Si prefieres un sabor más dulce y salado, sustituye el vinagre balsámico por oporto o un chorrito de miel en la cebolla confitada.
¡Esta receta se puede preparar con hasta 24 horas de anticipación para ahorrar tiempo en el gran día!