- Pasado este tiempo, volcamos la masa sobre la mesada y volvemos a amasar.
- Dividimos el bollo en 2 partes iguales, formando rollos grandes. Luego dividiremos cada una de las partes, en 10 piezas (20 piezas en total).
- Formaremos bollitos con cada una de las piezas, una vez que les hemos dado forma, los tapamos con film y dejamos reposar por unos 15 minutos.
- Pasado este tiempo, tomamos los bollitos y los presionamos con nuestros dedos, formando una especie de tapita. Ponemos en el centro un pedacito de queso y cerramos bien, formando nuevamente un bollito.
- Engrasamos muy bien base y bordes de una bandeja para horno y acomodamos los bollitos. Tapamos con film y dejamos reposar por unos 20 minutos.
- Por último, pincelaremos la superficie con yema de huevo y los llevamos a horno precalentado en unos 180°C, por unos 30 minutos.
- Retiramos del horno y dejamos enfríar antes de probar.
No podrás creer los sabrosos que son, ¡los pancitos de leche rellenos de seguro que te gustarán!
Tips y consejos
- Cuando amases la masa, asegúrate de amasarla bien durante al menos 10 minutos. Esto ayudará a que la masa sea más elástica y a que se desarrolle el gluten de la harina, lo que dará a tu pan de leche una textura agradable y gomosa.
- Una vez amasada la masa, deja que suba en un ambiente cálido y húmedo. Esto ayudará a que la masa sea más ligera y esponjosa. Puedes cubrirla con un paño húmedo o colocarla en un horno caliente con la luz encendida para crear un ambiente cálido y húmedo.
- Por último, cuando llegue el momento de hornear el pan de leche, asegúrate de precalentar el horno a la temperatura adecuada y hornearlo durante el tiempo recomendado. Así te asegurarás de que el pan esté bien cocido y tenga una bonita corteza dorada.
Si sigues estos sencillos consejos, conseguirás siempre unos deliciosos pancitos de leche caseros perfectos. ¡Que lo disfrutes!