- Preparar los ingredientes: Comienza cortando las rebanadas de pan en trozos más pequeños si son muy grandes. Ralla el queso scamorza y tenlo listo en un bowl aparte.
- Batir los huevos: En un bowl amplio, bate los 2 huevos hasta que estén bien mezclados. Si lo prefieres, puedes añadir una pizca de sal y pimienta al gusto.
- Remojar el pan: Sumerge cada trozo de pan en el huevo batido, asegurándote de que se empapen bien por ambos lados.
- Freír el pan: Calienta una sartén grande a fuego medio con un poco de aceite o manteca. Cuando esté caliente, añade las rebanadas de pan remojadas en huevo. Cocina por unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes.
- Agregar el queso: Espolvorea el queso scamorza rallado sobre las rebanadas de pan mientras aún están en la sartén. Cocina por un minuto más, o hasta que el queso se derrita y quede burbujeante.
- Servir: Retira el pan frito de la sartén y colócalo en un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve caliente, acompañado de la bebida que más te guste.
¡Disfruta de este sencillo y delicioso pan frito, perfecto para cualquier momento del día!
CONSEJOS:
- Utiliza pan del día anterior: El pan ligeramente duro absorbe mejor la mezcla de huevo y mantiene su forma durante la fritura, resultando en una textura más crujiente.
- Ajusta el sabor: Si prefieres un toque más salado, añade una pizca de sal y pimienta al huevo batido. Para una versión dulce, puedes espolvorear un poco de azúcar y canela en el pan después de freír.
- Acompañamientos: Sirve el pan frito con mermeladas, miel, o incluso con frutas frescas para un desayuno completo. Para una opción salada, acompáñalo con salsas como salsa de tomate o pesto.
- Variaciones: Experimenta con diferentes tipos de pan y condimentos para darle un giro único a tu receta. Pan integral, pan de centeno o incluso pan de masa madre pueden ofrecer diferentes texturas y sabores.