En un bol, ponga la harina de trigo, el azúcar y la sal.
Mezcle todo muy bien.
Agregue la levadura y mezcle un poco más.
Añada las yemas de huevo, la margarina y la leche tibia.
La leche no puede ser muy caliente.
Con las manos, vaya mezclando y amasando la pasta.
A continuación transfiera a una superficie lisa y siga amasando y sobando la masa durante unos 10 minutos o hasta que se quede bien lisa y homogénea.
Si la pasta se pone muy dura, agrega un poquito de agua mojándote las manos y si se pone muy blanda, agrega un poquito de harina de trigo.
Vuelve la pasta al bol y cubra con un plástico o un paño.
Deja reposar durante 50 minutos.
Pasado ese tiempo, divida la masa en partes iguales.
Toma cada pedazo, abre y envuelve para dar formato al pan.
Coloca los bollos en una bandeja engrasada y enharinada o forrada con papel mantequilla, dejando un espacio para que puedan crecer.
Después de eso cubre los pan con un plástico o con un paño.
Deja descansar por 40 minutos más o hasta doblar de tamaño.
A continuación, con la ayuda de un pincel, pase el huevo batido en cada pan.
Listo para hornear en horno pre calentado a 180º C, durante unos 30 minutos o hasta dorar.
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