Amasar la masa
Una vez que hayas dividido la masa en porciones individuales, llega el momento de amasarla. ¿Sabías que amasar no sólo ayuda a desarrollar el gluten, sino que también libera el estrés acumulado durante el día? ¡Es como una terapia relajante!
Descansar
Después de trabajar la masa es importante dejarla reposar. Este paso permite que la masa se relaje y desarrolle su sabor. ¿Alguna vez has sentido el olor a pan recién horneado inundando tu cocina mientras reposa la masa? Es simplemente reconfortante.
preparar la superficie
Antes de extender la masa es necesario preparar la superficie de trabajo. Espolvoreamos un poco de harina sobre la mesa para evitar que se pegue la masa. ¿Sabías que esta harina actúa como una especie de “colchón” para la masa, permitiendo que se deslice suavemente a medida que la extiendes?
Calentar las piedras
Para hornear pan de forma tradicional es n
Almacenamiento para el invierno
Si quieres guardar un poco de pan casero para el invierno, asegúrate de envolverlo bien para evitar que se seque. Un poco de humedecimiento ocasional será suficiente para mantenerlo fresco y delicioso durante meses. Así tendrás pan casero cuando quieras, ¡incluso en los días más fríos!
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