Originario de regiones tropicales, está presente en las mesas de nuestra península desde hace muchos años y casi nunca falta en los hogares hasta el punto de haber sido pintado también en determinados cuadros que representan bodegones.
Muchas veces, por su forma, se asocia al miembro masculino y su nombre se utiliza como alusión sexual siguiendo también la canción La Banana, muy popular en los años 2000.
En el mercado solemos encontrar plátanos amarillos o verdes dependiendo de su madurez, aunque siempre es preferible, como aconsejan los expertos, consumir los de madurez media.
Sin embargo, existen varios tipos de plátanos, incluidos los plátanos de color azul claro que, debido a su maduración, tienden a tener un sabor a vainilla pero que son casi imposibles de encontrar en Italia.
Por otro lado, últimamente en Italia es posible encontrar plátanos rojos que son mucho más dulces que los plátanos normales, aunque su coste es elevado y unas tres veces mayor que el plátano normal.
El secreto que pocos conocen
El plátano también se ha vuelto muy popular entre los más pequeños tras su popularidad gracias a los personajes de los Minions, los sirvientes de Mi Villano Favorito que aman esta fruta.
Pero no todo el mundo sabe que aunque solo comamos el interior de la fruta y tiremos la piel, en realidad estamos desperdiciando algo realmente valioso que todos deberíamos utilizar en casa.
De hecho, en la red circulan vídeos que explican que una vez pelado el plátano hay que conservar la parte rígida del extremo que sujeta toda la fruta y dejar secar.
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