- En una botella pulverizadora limpia, añade los 250 ml de agua. Esto será la base para mezclar los demás ingredientes.
- Agrega las dos cucharadas de sal refinada. Cierra la botella y agita bien para que la sal se disuelva completamente en el agua.
- Añade los 75 ml de detergente líquido y vuelve a agitar para que se integre en la mezcla.
- Finalmente, incorpora el quitaesmalte a base de acetona. Cierra la botella y agita bien para que todos los ingredientes se combinen de manera uniforme.
- Para aplicar la mezcla, simplemente rocía el producto sobre el piso y pasa un trapo limpio o una fregona. No es necesario enjuagar, pero puedes pasar un trapo húmedo si prefieres un acabado sin residuos.
Consejos adicionales
- Ventilación: Al contener acetona, es recomendable que el espacio esté bien ventilado para evitar la acumulación de vapores. Además, usa una cantidad moderada de quitaesmalte para que el olor no sea fuerte.
- Prueba en un área pequeña: Antes de aplicar la mezcla en todo el piso, pruébala en una esquina poco visible para asegurarte de que sea segura para el tipo de superficie que tienes.
- Frecuencia de uso: Esta mezcla es ideal para una limpieza profunda, por lo que no necesitas utilizarla todos los días. Con una vez por semana, tu piso debería mantenerse limpio y brillante.
- Limpieza de manchas específicas: Si tienes manchas difíciles, puedes rociar la mezcla directamente sobre ellas y dejar actuar unos minutos antes de pasar la fregona.
- Mantenimiento: Mantén la mezcla bien agitada antes de cada uso y almacénala en un lugar fresco y fuera del alcance de los niños.
Con este método sencillo y efectivo, podrás disfrutar de un piso impecable y reluciente, ¡sin necesidad de productos costosos ni esfuerzo adicional!