No dejes que tus tomates se desperdicien: ¡conviértelos en un sabroso tomate en polvo!

Comience con tomates maduros y de alta calidad. Aunque puedes utilizar cualquier variedad, los tomates Roma suelen ser los preferidos debido a su carnosidad y su bajo contenido de agua.

Paso 2: Lavar y cortar los tomates.

Lavar bien los tomates, quitarles los tallos y cortarlos en trozos finos y uniformes. Esto ayudará a acelerar el proceso de secado.

Paso 3: Deshidratar las Rebanadas

Puedes utilizar un deshidratador de alimentos, un horno o incluso el sol para secar las rodajas de tomate. La clave es eliminar la mayor cantidad de humedad posible. Cuanto menor sea el contenido de humedad, más tiempo durará el polvo almacenado.

Paso 4: moler hasta convertirlo en polvo

Una vez que las rodajas de tomate estén completamente deshidratadas, utiliza una picadora o batidora para pulverizarlas hasta obtener un polvo fino. Ya tienes tu tomate en polvo casero.

Cómo utilizar tomate en polvo

El tomate en polvo es un ingrediente versátil que puede realzar tus creaciones culinarias. A continuación te presentamos algunas formas prácticas de incorporarlo a tu cocina:

Salsas y Sopas: Para hacer una salsa o sopa de tomate rápida, simplemente mezcle el tomate en polvo con agua caliente para lograr la consistencia y el sabor deseados.
Condimentos y aderezos: Agregue tomate en polvo a las mezclas de especias y aderezos para carnes, aves y verduras. Aporta un rico sabor a tomate que realza tus platos.
Hornear: Realce el sabor del pan, bollos y pasteles agregando tomate en polvo a la masa o rebozado.
Aderezos: cree un toque único en los aderezos para ensaladas incluyendo una pizca de tomate en polvo para darle una capa adicional de sabor.
Sopa de tomate instantánea: para obtener una sopa de tomate rápida y sabrosa, rehidrate el tomate en polvo con agua caliente. Es perfecto para una comida rápida.

 

 

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