2. En una olla grande, combina la leche, el almidón, la sal y la mantequilla.
Mezcla bien los ingredientes a mano hasta que el almidón se disuelva por completo y no queden grumos en la mezcla.
Coloca la olla a fuego medio y calienta la mezcla, sin dejar de remover, hasta que espese como un pudín.
Una vez que la mezcla haya espesado, agrega el queso rallado y continúa cocinando a fuego moderado hasta que el queso esté completamente derretido e incorporado a la mezcla.
Vierte la mezcla en un recipiente adecuado forrado con film transparente o en un cartón de leche cortado por la parte superior.
Cubre la mezcla con más film transparente y déjala enfriar y endurecer en el refrigerador durante unas horas.
Desmolda el queso y córtalo en tiras finas o en la forma que prefieras.
Para servir, decora el queso con hierbas frescas y un poco de aceite de oliva.
Consejos y Trucos
Molde alternativo: Si no tienes un recipiente adecuado para hacer queso, puedes utilizar un cartón de leche cortado por la parte superior como molde alternativo.
Variaciones de sabor: Experimenta con diferentes tipos de hierbas y especias para darle un toque único a tu queso casero.
Ingredientes frescos: Utiliza ingredientes frescos y de alta calidad para garantizar un resultado final delicioso.
Información Nutricional
Tiempo de preparación: 5 minutos
Tiempo de cocción: 10 minutos
Tiempo total: 15 minutos más tiempo de enfriamiento
Calorías: Aproximadamente 100 kcal por porción
Raciones: Variable según la cantidad de queso deseada
