Desmenuce las galletas: comience desmenuzando 150 g de galletas Lotus Biscoff en migajas finas. Puede hacerlo fácilmente usando un procesador de alimentos para obtener una migaja rápida y uniforme o, si lo prefiere, coloque las galletas en una bolsa con cierre y desmenúcelas con un rodillo hasta que estén finamente molidas. Reserve 1 cucharada de migas para usar más adelante. Mezclar con mantequilla: En un bol mezclar las galletas desmenuzadas con 40 g de mantequilla sin sal derretida. Mezcle bien hasta que todas las migajas estén cubiertas uniformemente con mantequilla, formando una consistencia similar a la arena húmeda.
Presione en los moldes: Divida la mezcla de migas de manera uniforme entre 9 moldes para cupcakes o mini bases para tartas. Presione la mezcla firmemente en el fondo de los vasos para crear una base sólida para los pasteles de queso. Una cuchara o el dorso de una taza medidora plana funcionan bien para esta tarea. Una vez listo, reserva las bases en el frigorífico o congelador para que se endurezcan mientras preparas el relleno.
Preparar el relleno:
Cremar el queso y la crema Biscoff: en un bol grande batir 200g de queso crema tierno junto con una cucharada colmada (unos 150g) de crema Lotus Biscoff hasta que la mezcla esté suave y bien amalgamada. Este paso es fundamental para garantizar una consistencia cremosa y uniforme al relleno del cheesecake. Montar la nata: En un bol aparte, verter 200 ml de nata para montar (nata doble) y añadir 1 cucharadita de extracto de vainilla. Batir la nata hasta alcanzar picos casi rígidos. Esto significa que la crema debe mantener su forma pero aún tener una ligera suavidad. Si prefieres una tarta de queso más dulce, puedes añadir una pequeña cantidad de azúcar a la nata mientras bates, pero ten en cuenta que la crema para untar Biscoff ya aporta una cantidad importante de dulzor.
Incorporar las mezclas: Incorporar suavemente la crema batida a la mezcla de queso crema y Biscoff. Tenga cuidado de no mezclar demasiado, ya que esto puede hacer que el relleno se vuelva líquido. El objetivo es mantener la textura ligera y aireada de la crema batida incorporándola completamente a la mezcla de queso crema.
Ensamble y enfríe:
Coloque el relleno: Transfiera el relleno de tarta de queso a una manga pastelera o una bolsa con cierre hermético con la esquina cortada. Presione uniformemente en los moldes para cupcakes preparados, cubriendo completamente la base. Si no tienes una manga pastelera, simplemente puedes verter el relleno en los moldes.
Alise la superficie: Use una cuchara o espátula para alisar la superficie de las tartas de queso para obtener un acabado limpio y uniforme.
Enfriar hasta que esté firme: Coloque las mini tartas de queso en el congelador durante al menos 30 minutos o hasta que estén firmes. Este paso ayuda a que el relleno se endurezca, haciendo que las cheesecakes sean más fáciles de manipular y mejorando su textura cremosa.
Decorar y servir (opcional):
Derretir y verter: Derretir 1 cucharada de Lotus Biscoff untado en el microondas o colocándolo en un tazón pequeño con agua caliente. Vierta la pasta Biscoff derretida sobre las tartas de queso con una cuchara o una manga pastelera.
Agregue el crumble: espolvoree la cucharada reservada de migas de galleta sobre la parte superior de las tartas de queso para darle una explosión extra de sabor a Biscoff.
Cubra con una galleta: para darle un toque extra indulgente, coloque una galleta Lotus Biscoff entera encima de cada tarta de queso. Servicio: Deje que los pasteles de queso se descongelen ligeramente en el refrigerador antes de servirlos. Esto ayuda a lograr la textura cremosa perfecta.
Por qué funciona esta receta
Estos mini pasteles de queso Lotus Biscoff funcionan muy bien porque combinan la re