- Precaliente el horno a 350°F (175°C).
- Mezcla la mantequilla derretida, el azúcar granulada y los pretzels triturados. Presiona la mezcla en una fuente para horno de 23 x 33 cm para formar una corteza.
- Hornee la masa durante 10 minutos y luego déjela enfriar completamente sobre una rejilla.
- En un bol grande, mezcle el queso crema, el azúcar en polvo y el extracto de vainilla hasta que quede una mezcla homogénea. Incorpore la crema batida.
- Extiende la mezcla de queso crema de manera uniforme sobre la base de pretzel enfriada.
- Disolver la gelatina de fresa en agua hirviendo. Añadir las fresas cortadas en rodajas y mezclar bien.
- Vierta la mezcla de gelatina y fresas sobre la capa de queso crema. Refrigere durante al menos 4 horas hasta que esté listo.
- Córtalo en cuadritos y sírvelo frío. Disfruta de la deliciosa combinación de relleno de fresa, cobertura crujiente y tarta de queso cremosa.
Consejos:
- Experimente con diferentes frutas y sabores de gelatina como arándanos o frambuesas.
- Si lo prefiere, sustituya la base de galleta graham por pretzels.
- Añade ralladura de limón a la mezcla de queso crema para darle un toque picante.
- Rocíe con salsa de chocolate antes de servir para darle un toque extra de decadencia.
Conclusión: Saborea los sabores del verano con esta delicia de cheesecake con crujidos de fresa. Ya sea como postre independiente o para acompañar una comida, seguro que te encantará con cada bocado.