Mi novio almuerza semanalmente con mi abuela en secreto y no puedo dejar de llorar al enterarme del motivo
La abuela me leía todas las noches historias que hacían que los rincones del mundo parecieran más cercanos. El abuelo me llevaba a parques de atracciones, empujándome en los columpios cada vez más alto, como si pudiera alejarme de mis penas.
¡Sus regalos eran siempre tan atentos! Pero nada se comparaba con su amor y su calidez. Apreciaba esos momentos, esos días sencillos y tranquilos con ellos. Eran mi fortaleza, me protegían de sentir todo el peso de la ausencia de mis padres. Con los abuelos a mi lado, la vida volvía a sentirse completa, incluso con sus cicatrices.