Mi esposo me pidió que lo abandonara cuando nació con síndrome de Down… hoy es él quien sostiene a su padre en el hospital.

Todavía recuerdo el día que nació Miguel. Era una fría mañana de febrero, y cuando el médico lo puso en mis brazos, solo sentí amor. Pero en cuanto miré a Roberto, mi esposo, supe que algo dentro de él había cambiado para siempre.

“Doctor, ¿está seguro de este diagnóstico?”, preguntó Roberto, aferrándose a la esperanza como si las palabras “síndrome de Down” pudieran revertirse.

“Sí, señor”, respondió el médico con dulzura. “Pero co

“Carmen, no puedo con esto. Este niño será una carga para siempre. Deberíamos… deberíamos renunciar a él”.

 

Me quedé helada. “Es nuestro hijo. ¿Cómo puede siquiera decir eso?”.

“Este no es el hijo que quería”, murmuró con frialdad.

Aby zobaczyć pełną instrukcję gotowania, przejdź na następną stronę lub kliknij przycisk Otwórz (>) i nie zapomnij PODZIELIĆ SIĘ nią ze znajomymi na Facebooku.