- En un bol grande, mezclá la sal, el cilantro, la pimienta negra y el comino. Agregá las cebollas y los tomates cortados. Mariná el pollo en esta mezcla durante 2 horas.
- Después de las 2 horas, retirás el pollo del marinado y lo limpiás bien, reservando el marinado.
- En una sartén grande, calentás el aceite vegetal. Freí el pollo hasta que esté dorado, pero no completamente cocido. Retirá el pollo y reservá.
- En la misma sartén con el aceite caliente, freí las papas o papines hasta que estén dorados, pero no completamente cocidos. Retirá y reservá.
- Retiramos el excedente de aceite de la sartén. Añadí la marinada reservada y freí durante 2 minutos.
- Añadí las hojas de laurel y la manteca a la sartén. Revolvé bien.
- Volvé a poner el pollo y las papas en la sartén con la marinada. Cociná a fuego lento durante 1 hora, hasta que todo esté bien cocido y los sabores se hayan mezclado.
Consejos
- Para un sabor más intenso, podés dejar el pollo marinar toda la noche en la heladera.
- Acompañá este plato con una ensalada fresca o unas verduras al vapor para una comida completa y balanceada.
- Si querés darle un toque extra, podés añadir un poco de vino blanco a la marinada para darle un sabor más profundo.
Este plato combina la sabiduría de la cocina tradicional con un resultado delicioso que encantará a todos.