Mezcla leche con vinagre y consigue estos panes especiales

  1. Activar la levadura: En un recipiente pequeño, mezcla la leche tibia con el vinagre de uva. Agrega la levadura viva y la cucharadita de azúcar de vainilla. Remueve ligeramente y deja reposar durante unos 10 minutos, hasta que veas que la levadura comienza a burbujear y se activa.
  2. Mezclar los ingredientes secos y húmedos: En un bowl grande, mezcla la harina (no incluida en los ingredientes principales, pero necesaria) con la cucharadita de sal. Forma un hueco en el centro y vierte la mezcla de leche con vinagre y levadura.
  3. Incorporar los líquidos: Añade al bowl la clara de huevo y el aceite vegetal. Mezcla con una cuchara de madera o con las manos hasta obtener una masa homogénea. Si es necesario, agrega más harina poco a poco hasta que la masa tenga la consistencia correcta: suave y ligeramente pegajosa, pero manejable.
  4. Amasar la masa: Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 8-10 minutos. La masa debe quedar suave, elástica y un poco pegajosa al tacto.
  5. Dejar reposar: Coloca la masa en un recipiente ligeramente enharinado, cúbrela con un paño limpio y húmedo, y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
  6. Formar los panes: Una vez que la masa haya subido, divide la masa en porciones del tamaño que prefieras para los panes. Forma bolitas o pequeños panes al gusto y colócalos en una bandeja para hornear previamente enharinada.
  7. Dejar reposar de nuevo: Cubre los panes con un paño y deja reposar durante 20-30 minutos para que sigan creciendo.
  8. Hornear: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Hornea los panes durante 20-25 minutos, o hasta que estén dorados en la parte superior. Puedes tocar la base de los panes para comprobar si suena hueco, lo cual indica que están listos.
  9. Dejar enfriar: Saca los panes del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla. ¡Ya están listos para disfrutar!

Consejos adicionales:

  • Temperatura de la leche: Es importante que la leche esté tibia, no caliente, ya que temperaturas demasiado altas pueden matar la levadura y evitar que el pan suba correctamente.
  • Ajuste de textura: Si la masa te queda demasiado pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero ten cuidado de no excederte para que los panes no queden demasiado secos.
  • Sabor adicional: Si quieres darle un toque extra de sabor, puedes añadir hierbas secas, ajo en polvo o incluso queso rallado a la masa antes de formar los panes.

¡Sigue estos pasos y prepárate para disfrutar de unos panes caseros especiales con una textura suave y un sabor increíble!

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