- Preparación de las manzanas: Lava bien las manzanas y pélalas. Retira el corazón y corta las manzanas en trozos pequeños. Este paso es crucial para garantizar una textura uniforme en la mermelada.
- Cocción inicial: Coloca las manzanas troceadas en una cacerola grande junto con el jugo de los limones, la rama de canela y el agua. El jugo de limón no solo aporta sabor sino que también actúa como conservante natural.
- Cocinar a fuego lento: Cocina a fuego lento, removiendo ocasionalmente, durante unos 40-50 minutos o hasta que las manzanas estén bien cocidas y comiencen a deshacerse. La cocción lenta permite que los sabores se integren completamente.
- Retirar la canela: Una vez que las manzanas estén listas, retira la rama de canela.
- Procesar la mezcla: Utiliza una batidora de mano o un procesador de alimentos para triturar la mezcla hasta obtener una textura suave y homogénea. Si prefieres una mermelada con trozos de fruta, puedes dejar algunas partes sin procesar.
- Cocción final: Vuelve a poner la mezcla en la cacerola y cocina a fuego medio durante otros 10-15 minutos, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Esto ayudará a espesar la mermelada.
- Envasado: Mientras la mermelada aún esté caliente, viértela en frascos de vidrio esterilizados. Cierra los frascos herméticamente y colócalos boca abajo durante unos minutos para crear un vacío y asegurar una mejor conservación.
Consejos adicionales:
- Variedades de manzana: Puedes experimentar con diferentes tipos de manzanas para variar el sabor y la textura de tu mermelada. Las manzanas verdes aportan un toque más ácido, mientras que las manzanas rojas suelen ser más dulces.
- Especias adicionales: Si te gusta experimentar con sabores, puedes añadir una pizca de nuez moscada o clavo de olor molido durante la cocción para darle un toque especial a tu mermelada.
- Conservación: Almacena los frascos en un lugar fresco y oscuro. Una vez abiertos, consérvalos en la heladera y consúmelos dentro de las 3 semanas.
- Sustituto del azúcar: Si prefieres un toque más dulce sin utilizar azúcar refinado, puedes añadir un poco de miel o sirope de agave al final de la cocción.
¡Anímate a prepararla y sorprende a tu familia con esta opción deliciosa y saludable!