Skip to content
- Preparar la levadura:
- En un bol, mezcla 100 ml de agua tibia con 8 g de azúcar y 8 g de levadura seca. Remueve hasta que el azúcar se disuelva por completo.
- Añade 50 g de harina de fuerza y mezcla bien hasta eliminar los grumos.
- Cubre el bol y deja fermentar por 10-15 minutos.
- Preparar la masa:
- En otro bol, mezcla 500 g de harina de fuerza con 8 g de sal. Haz un hueco en el centro.
- Una vez que la mezcla de levadura esté lista, agrégala a la harina.
- Añade 350 ml de agua tibia, primero la mitad, y empieza a mezclar. Luego agrega el resto del agua y mezcla hasta integrar todo.
- Añade 30 ml de aceite de oliva y mezcla hasta que la masa absorba completamente el aceite.
- Fermentación:
- Cubre el bol con papel film y deja que la masa repose por 20-30 minutos.
- Con las manos aceitadas o húmedas, dobla la masa 6-7 veces sin desgasificarla demasiado.
- Vuelve a cubrir la masa y deja que repose otros 20-30 minutos.
- Formar el pan:
- Espolvorea harina sobre la mesa y sobre la masa. Saca la masa del bol sin aplastarla.
- Divide la masa en 4 partes iguales.
- Cubre las piezas de masa y deja que reposen por 30 minutos.
- Horneado:
- Precalienta el horno a 200°C (392°F).
- Coloca un recipiente con agua hirviendo dentro del horno para generar vapor.
- Hornea los panes por 30-35 minutos hasta que estén dorados y crujientes.
Consejos:
- Para una corteza más crujiente, asegúrate de que haya suficiente vapor en el horno colocando un bol con agua hirviendo.
- No amases demasiado la masa para mantener su textura ligera y aireada.
- Deja que el pan se enfríe sobre una rejilla para evitar que la base quede húmeda.