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Reúna la masa con las manos secas y enróllela hasta formar una bola con las manos. Ahora cubre la sartén con papel de aluminio. Envuelva la masa para galletas en una envoltura de plástico y congélela durante al menos 20 a 30 minutos antes de usarla. Corte pequeños trozos de masa con los dedos y coloque pequeños discos aplanados de masa para galletas de ¼ de pulgada de alto a una distancia de al menos 1 pulgada en la bandeja para hornear. Ahora hornea las galletas en el horno precalentado a 220°C durante 8-10 minutos hasta que estén cocidas y adquieran un bonito color dorado en la superficie. ¡Transfiera las galletas a una rejilla para que se enfríen y disfrute de su comida!
Sugerencias
Puedes glasear las galletas vertiendo chocolate derretido o pasta de azúcar sobre las galletas enfriadas.
Guarde las galletas enfriadas en un recipiente hermético y podrá disfrutarlas hasta una semana después de hornearlas.
Puedes servirlos un poco calientes o a temperatura ambiente con una cucharada de tu helado favorito y un poco de fruta fresca, ¡para disfrutar de un postre instantáneo para la cena!