Algunos buenos hábitos contra los malos olores en el lavavajillas
Evitar problemas de olores pasa ya por limpiar periódicamente los componentes en riesgo. De hecho, el filtro, la junta y el depósito del dispositivo tienden a acumular restos de comida. ¡Así que no es de extrañar que se formen olores! Por eso, una simple limpieza con una esponja empapada en vinagre blanco o agua con jabón sería una gran ventaja. Además, puedes dejar constantemente la puerta entreabierta para ventilar el aparato y evitar que los olores maceren.
2) Obviamente… ¡opta por el bicarbonato!
bicarbonato de sodio para lavavajillas
Captura de YouTube del canal Love Meg
El bicarbonato de sodio es un producto muy conocido por su poder desodorizante en toda la casa. Por lo tanto, funciona igual de bien para un par de zapatos malolientes, el olor a tabaco o a humedad en un armario, como para un lavavajillas que huele a comida no fresca. Aquí puedes poner tres buenas cucharadas en el tanque y hacer funcionar el aparato vacío. También puedes espolvorearlo sobre la vajilla entre dos lavados para absorber y eliminar los malos olores. Como resultado, reducirás los olores persistentes y mejorarás la eficacia del siguiente ciclo de limpieza gracias a las propiedades desengrasantes del bicarbonato.
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