Ingredientes para planificar:
- El jugo de 2 limones frescos ( para neutralizar olores persistentes )
- 250 ml de agua tibia , para una sensación de suavidad.
- 1/2 cucharada de canela molida, naturalmente antibacteriana
- 1 cucharada de miel líquida , con propiedades calmantes
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio , para neutralizar los olores
Preparación: tan sencilla como hacer una infusión
- En un tazón grande, comience mezclando la miel, la canela y el bicarbonato de sodio.
- Luego añade el agua tibia revolviendo suavemente.
- Terminar con jugo de limón recién exprimido.
- Una vez que todo esté bien mezclado, vierte la mezcla en una botella de vidrio hermética . Solo tienes que usarla como un enjuague bucal clásico, después de cepillarte los dientes.
- Agita suavemente , enjuaga, sonríe. Y finalmente respira con tranquilidad.
Por qué funciona (y por qué es tan popular)
El limón actúa como un desodorante natural, mientras que la canela combate las bacterias. La miel suaviza la garganta y deja un sabor agradable. ¿Y el bicarbonato de sodio? Reequilibra el pH bucal y elimina los malos olores de raíz.
Este pequeño cóctel casero no sólo enmascara el olor: ataca directamente las causas del mal aliento, con mucha suavidad.
Un gesto de bienestar para adoptar cada día
No hay nada como un ritual natural para sentirte bien contigo mismo (y con tu boca). ¿Y si este enjuague bucal se convirtiera en tu nuevo imprescindible de bienestar ? Además, es fácil de incorporar a tu rutina matutina o vespertina. Lo mejor de todo es que huele bien, es económico y te da más confianza.
Sonríe, acabas de dar el primer paso hacia un aliento placentero y constante.