
¡No es solo cuestión del clima! Varios factores pueden causar o agravar el fenómeno de Raynaud:
- El frío, obviamente, pero también los cambios bruscos de temperatura.
- El estrés, que actúa como un desencadenante silencioso.
- Ciertos medicamentos, como los que se usan para la presión arterial alta o las migrañas.
- Tabaco y cafeína, que contraen los vasos sanguíneos.
- Movimientos repetidos, incluido el uso de herramientas vibratorias.
En definitiva, una combinación poco glamurosa… ¡pero que podemos aprender a domar!
¿Cómo aliviar (y prevenir) los síntomas?
No te asustes: en la mayoría de los casos, este síndrome es benigno. Sin embargo, puede convertirse rápidamente en una molestia en la vida cotidiana, sobre todo cuando tienes las manos siempre frías. Aquí tienes algunos consejos sencillos para ayudarte a recuperar la comodidad:
-
Apuesta por el calor… pero con inteligencia
En invierno (e incluso en una oficina con aire acondicionado), protege tus extremidades con guantes aislantes, calcetines gruesos y zapatos bien forrados. No dudes en poner una bolsa de agua caliente debajo de las sábanas o en comprar calentadores de manos reutilizables.
-
Muévete para activar la circulación
Caminar, hacer yoga o incluso algunos movimientos suaves con los dedos pueden mejorar la circulación y limitar los episodios. Además, estas actividades también reducen el estrés, lo cual es doblemente beneficioso.
-
Reducir los factores agravantes
Menos café, menos nicotina… y más sueño e hidratación. Adoptar un estilo de vida más suave le da a tu cuerpo la oportunidad de regular mejor su circulación.
-
Dale un masaje a tus manos
Un poco de aceite vegetal, unos minutos de suave masaje cada noche: no sólo estimula la microcirculación, sino que también es un auténtico momento de mimo.