Ingredientes
- 1 Taza de leche desnatada o descremada en polvo: Aporta proteínas y mantiene bajo el contenido de grasa.
- 1/2 Taza de agua caliente: Ayuda a disolver la leche en polvo y el edulcorante, creando una mezcla homogénea.
- 2 cdas de Edulcorante (stevia o tu elección): Endulza sin añadir azúcares nocivos.
- 1 cda de Mantequilla sin sal: Agrega cremosidad y mejora la textura de la leche condensada.
Preparación
- Mezcla los ingredientes secos: En un bowl, combina la leche en polvo y el edulcorante. Mezcla bien para evitar la formación de grumos.
- Añade el agua caliente: Vierte lentamente el agua caliente en la mezcla, removiendo de forma constante hasta lograr una textura suave.
- Incorpora la mantequilla: Añade la mantequilla sin sal y continúa mezclando hasta que se derrita completamente e integre en la mezcla. La mantequilla le dará una textura más cremosa y un sabor más rico.
- Batir para obtener una mejor consistencia: Utiliza una batidora o procesador de alimentos para batir la mezcla durante unos minutos. Esto ayudará a lograr una textura más similar a la leche condensada tradicional.
- Enfriar y almacenar: Deja que la leche condensada se enfríe a temperatura ambiente antes de colocarla en un frasco de vidrio con tapa. Guárdala en la heladera durante al menos 2 horas antes de usarla. Así tomará más consistencia.
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