Prepare los calabacines:
corte los calabacines con una mandolina o un pelador de verduras para asegurar un grosor uniforme. Para lasaña menos líquida, salar las lonchas, dejar reposar 15 minutos y luego secar con papel absorbente. También puedes asar las rebanadas durante 1 o 2 minutos por cada lado para reducir la humedad.
Dorar la carne:
Calienta una sartén grande a fuego medio-alto. Agrega la carne picada partiéndola en trozos pequeños. Cocine hasta que esté dorado y ya no esté rosado.
Prepara la salsa de carne:
A la carne dorada, agregue la salsa para pasta (excepto la 1/2 taza reservada) y revuelva para combinar. Retirar del fuego una vez combinado.
Prepara la mezcla de queso:
En un tazón grande, combine la ricota, el huevo y una pizca de sal y pimienta. Mezclar bien. Agrega el parmesano rallado a la mezcla de ricotta y mezcla nuevamente.
Armar la lasaña:
Precalienta el horno a 400 grados Fahrenheit (204 grados Celsius).
En una fuente para hornear grande, esparza la 1/2 taza de salsa para pasta reservada para cubrir el fondo. Apila las rodajas de calabacín para cubrir la salsa y luego añade la mitad del ragú encima de los calabacines. Verter la mitad de la mezcla de ricotta sobre el ragú y esparcir delicadamente. Espolvoreamos una capa de mozzarella y unas hierbas aromáticas picadas.
Repita las capas, terminando con una capa superior de calabacín, las hierbas restantes y la mozzarella.
Cocina la lasaña:
Coloca la lasaña en el horno precalentado y cocina por 40-45 minutos, hasta que la lasaña esté suave y el queso dorado.
Para obtener una superficie aún más dorada, cocine a la parrilla durante los últimos 5 minutos.
Servir:
Deje que la lasaña se enfríe un poco antes de cortarla. Adorne con hojas de albahaca fresca para una hermosa presentación. Sirva con una espátula ranurada para mantener el exceso de líquido en la sartén.