Paso 3: Prolongar los juegos previos:
Aumentar la excitación para aumentar la intensidad
. Precipitarse en el acto sexual a menudo descuida la importancia de los juegos previos. Los estudios indican que de 10 a 20 minutos de besos, caricias o estimulación oral pueden aumentar la excitación, incrementando la lubricación y la sensibilidad naturales. Aprovecha este tiempo para explorar las zonas erógenas (cuello, cara interna de los muslos) y evaluar la respuesta de tu pareja.
Paso 4: Céntrate en la estimulación directa del clítoris.
Técnicas manuales, orales o con juguetes.
Para muchas mujeres, la estimulación del clítoris es esencial. Experimenta con:
Movimientos circulares alrededor del glande.
Palpitaciones o toques suaves (ajuste la presión según la respuesta).
Sexo oral con presión y ritmo variados.
Vibradores para una estimulación constante (p. ej., vibradores de bala para mayor precisión).
Nota: No todas las mujeres llegan al orgasmo solo con la penetración. Combinar el tacto del clítoris con el coito (p. ej., estimulación manual en la postura del misionero) puede ser efectivo.
Paso 5: Comunicar y adaptar
los ciclos de retroalimentación para el éxito
. La comunicación abierta es vital. Anima a tu pareja a guiarte: frases como “¿Está bien esta presión?” o “¿Prefieres más rápido o más lento?” fomentan la colaboración. Sé receptivo a las señales no verbales, como el lenguaje corporal o los cambios en la respiración.
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