La vida acaba de volverse más fácil. Este truco lo cambia todo

Retire el sello de goma de la puerta para comprobar si hay restos atrapados o moho. Utilice un paño empapado en vinagre para limpiar a fondo el sello. Un cepillo de dientes viejo puede resultar útil en este caso para llegar a las grietas.
Paso 5: ejecute el ciclo de limpieza
Vierta dos tazas de vinagre blanco en el cajón del detergente (nos gusta usar una taza medidora grande para esto) y ejecute un ciclo de lavado con agua caliente sin ropa en la máquina. Esto ayudará a eliminar el moho, los hongos y los restos de jabón del tambor y las tuberías.
Paso 6: agregue bicarbonato de sodio
Una vez que se complete el ciclo de vinagre, espolvorea media taza de bicarbonato de sodio directamente en el tambor y ejecuta otro ciclo a fuego alto. El bicarbonato de sodio refresca e ilumina eficazmente el tambor de lavado.
Paso 7: limpieza final
Una vez que finalice el ciclo, limpie el interior del tambor con un paño de microfibra seco para eliminar cualquier residuo restante. Deje la puerta abierta durante unas horas para que se ventile y ayude a evitar que se forme moho.
Seguir esta rutina una vez al mes ayudará a que su lavadora de carga frontal funcione de manera efectiva y que su ropa salga fresca. Considere establecer un programa de limpieza regular para asegurarse de nunca olvidar una sesión de limpieza, extendiendo así la vida útil de su máquina y garantizando el mejor rendimiento.

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