La receta más sencilla es el cornejo casero, suave y sabroso, que combina con cualquier relleno.

Para la masa  , mezclar la leche tibia con la levadura y el azúcar, dejar en un lugar cálido durante 10-15 minutos para activar la levadura. Después de 15 minutos, agregue la mantequilla deretida (¡no caliente!) y mezcle. añadimos los huevos, y luego, poco a poco, incorporamos la harina, amasando una masa homogénea, ligeramente pegajosa y suave.

Divida la masa resultante en 4 partes iguales. Espolvorea la superficie de trabajo con harina y extiende el primer trozo de masa hasta que tenga una forma redonda y fina. Cortar en 16 triángulos y espolvorear con media cucharadita de azúcar (o pon tu relleno favorito).

Enrollar, mojar el maíz en azúcar y transferirlo a una bandeja de horno forrada con papel de horno. Si el azúcar no se pega a los croissants, puedes untarlos previamente con leche, aceite o un huevo batido.

Deja reposar los croissants en una bandeja para horno en un lugar cálido hasta que hayan duplicado su tamaño. Nos aseguramos de que haya suficiente espacio entre ellos. Coloque la bandeja para hornear en el horno calentado a 180 grados durante 15 a 20 minutos. Después de hornearlos, déjalos enfriar.

¡Prueba con placer! ¡Buen apetito!

 

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