- Disolver la levadura: Comienza por verter los 150 ml de agua tibia en un recipiente. Agrega la cucharada de levadura seca y mezcla bien hasta que la levadura se disuelva completamente.
- Incorporar la harina: A continuación, añade las 3 tazas de harina a la mezcla de levadura. Es el momento de comenzar a amasar. La textura debe ser suave y homogénea.
- Amasar: Trabaja la masa con tus manos, asegurándote de que todos los ingredientes estén bien integrados. Cuando tengas una buena masa, cúbrela con un paño y déjala reposar durante una hora en un lugar cálido.
- Revisar la masa: Después de una hora, verás que la masa ha hinchado y está llena de aire. Esto significa que la levadura ha hecho su trabajo.
- Preparar la sartén: Mientras la masa reposa, toma una sartén y agrégale un poco de aceite de oliva. Asegúrate de limpiarla bien para que no se pegue el pan.
- Cocinar el pan: Una vez que la masa haya reposado, ponla suavemente en la sartén caliente. Cúbrela y cocínala a fuego lento. No olvides girar el pan del otro lado para que se cocine de manera uniforme.
- Finalizar: Después de unos minutos, revisa el pan. Debe tener un hermoso color dorado y estar cocido por dentro.
Y así, en poco tiempo, podrás disfrutar de un delicioso pan que evoca la historia de los soldados en tiempos de guerra. Este sencillo método de preparación nos recuerda que, incluso en las circunstancias más desafiantes, la creatividad y la necesidad de compartir un buen alimento nos acercan. ¡Anímate a probarlo y comparte tu experiencia!