
La puerta del horno tiene una función que mucha gente no sabe que puede ser muy útil
Utiliza amoníaco para limpiar el vidrio del horno
Por desgracia, esta solución no es orgánica, pero es eficaz para eliminar las manchas difíciles y rebeldes de las superficies de cristal. No se recomienda utilizar este método como parte de tu rutina de limpieza habitual; en su lugar, utilízalo con moderación para esas manchas difíciles de quitar.
- Para empezar, es importante ponerse guantes protectores y asegurarse de que la cocina está bien ventilada.
- A continuación, abre la puerta del horno y coloca toallitas de papel sobre la zona manchada.
- Después, rocía la zona manchada con amoniaco y déjalo reposar durante 30-40 minutos. Por último, desecha los guantes y las toallas de papel, y limpia el cristal con un paño húmedo.
- Ten cuidado al utilizar amoníaco, ya que puede ser un producto químico peligroso si no se utiliza correctamente. Lleva ropa protectora y asegúrate de que la zona está bien ventilada, ya que los vapores pueden ser fuertes y agobiantes. Si sigues estos pasos, podrás limpiar las superficies de cristal con rapidez y eficacia.
Vinagre blanco para limpiar el cristal o vidrio del horno
- Mezcla 1/3 de vinagre blanco con 2/3 de agua templada o caliente en una botella pulverizadora, y luego añade unas gotas de detergente para vajillas. La combinación de vinagre y agua caliente ayudará a aflojar la suciedad o grasa que pueda estar adherida al cristal del horno.
- Pulveriza esta mezcla sobre la zona que necesites limpiar y déjala actuar de 15 a 30 minutos. Cuanto más tiempo lo dejes, mejor funcionará.
Como el vinagre es natural, no hay riesgo de dañar el cristal del horno. Una vez transcurrido el tiempo previsto, utiliza una esponja o un trapo para limpiar la suciedad y la grasa del cristal del horno. Asegúrate de limpiar tanto el interior como el exterior de la puerta del horno, centrándote especialmente en los laterales.
Si aún quedan restos de suciedad o grasa después de limpiar el cristal del horno, puedes utilizar una pasta de bicarbonato sódico para ayudar a eliminar cualquier residuo persistente. Para hacer la pasta, simplemente mezcla bicarbonato con un poco de agua y aplícala sobre el cristal del horno. Deja que la pasta se asiente en el cristal durante unos minutos y, a continuación, frota con la esponja o el trapo. Aclara el cristal del horno con agua tibia para eliminar la pasta de bicarbonato y tendrás un cristal reluciente.