La teoría detrás del tipo de poder mental que uno posee basado en el dominio de los hemisferios cerebrales ha despertado interés, aunque su precisión científica sigue siendo incierta. Según el psicobiólogo Roger W. Sperry, los hemisferios del cerebro funcionan de manera diferente e influyen en nuestros patrones de pensamiento. Una prueba sencilla consiste en observar una imagen para discernir qué animal representa.
Si ve un tigre, sugiere dominio del hemisferio izquierdo, lo que indica rasgos como organización, precisión, racionalidad, lógica y realismo. Por el contrario, percibir un mono columpiándose de un árbol implica una naturaleza más salvaje, caracterizada por la impulsividad, la emocionalidad, la creatividad, la intuición y una disposición soñadora.
Aquellos que no puedan discernir ningún animal en la imagen podrían verse etiquetados con humor como “condenados”. Si bien la validez de tales evaluaciones sigue siendo dudosa, sirven como reflexiones divertidas sobre cómo los individuos perciben e interpretan los estímulos visuales. Ya sea que uno se identifique con el enfoque estructurado del tigre o con la esencia de espíritu libre del mono, estas categorizaciones ofrecen ideas alegres sobre las complejidades de la cognición humana.
La investigación de Roger W. Sperry, destacada a través de esta sencilla prueba, subraya el funcionamiento del cerebro humano y su impacto en los rasgos de la personalidad. Si bien la legitimidad de la prueba puede estar sujeta a escepticismo, su popularidad atestigua la fascinación duradera de la sociedad por comprender las complejidades de la mente.