La mejor receta de ricota casera

  1. Cubre la olla con un paño limpio y deja reposar la mezcla durante 15 minutos. Durante este tiempo, el suero se separará completamente del cuajo.
  2. Colar la ricota:
    Coloca un colador grande cubierto con un paño o gasa fina sobre un recipiente. Vierte la mezcla lentamente para separar el suero del cuajo. Deja que el líquido escurra por completo, pero evita presionar demasiado para conservar la textura ligera y granulada.
  3. Enfriar y servir:
    Una vez colada, transfiere la ricota a un recipiente limpio y refrigera por al menos una hora antes de usarla. Esto ayuda a que la textura se asiente y los sabores se intensifiquen.

Consejos adicionales

  • Personalización: Si prefieres una ricota más cremosa, puedes añadir un poco de nata extra al final del proceso.
  • Conservación: Guarda la ricota en un recipiente hermético en la heladera y consúmela dentro de 3 días para disfrutar de su frescura.
  • Uso del suero: No desperdicies el suero, ya que es rico en nutrientes. Puedes utilizarlo en panes, smoothies o como base para sopas.

¡Y listo! Ahora tienes 1 kilogramo de ricota casera fresca, deliciosa y perfecta para tus platos. Úsala en recetas dulces o saladas, como pastas, postres, o simplemente disfruta de su sabor en tostadas con un toque de miel.

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