Preparación:
- En el vaso de la licuadora, agrega la leche bien fría, el ajo picado, la cebolla de verdeo picada, las hojas de albahaca, el perejil picado, el jugo de limón, el orégano y el condimento completo (o sal y pimienta al gusto).
- Cierra bien la tapa de la licuadora y comienza a batir a baja velocidad para que todos los ingredientes se mezclen adecuadamente.
- Una vez que los ingredientes están bien combinados, mantén la licuadora en funcionamiento a baja velocidad y comienza a verter el aceite de soja de forma lenta y constante. Es importante hacerlo gradualmente para lograr la emulsión adecuada.
- Continúa batiendo hasta que observes que la mezcla adquiere una consistencia espesa y cremosa, similar a la de una mayonesa comercial. Este proceso suele llevar unos minutos, así que ten paciencia y asegúrate de no apresurarte al agregar el aceite.
- Prueba la mayonesa y ajusta el sabor si es necesario. Si prefieres una mayonesa más ácida, puedes agregar un poco más de jugo de limón. Si prefieres más salada o con un toque de picante, ajusta el condimento completo.
- Una vez que la mayonesa casera tiene la textura y el sabor deseados, transfiérela a un frasco o recipiente hermético y guárdala en el refrigerador. Puede conservarse hasta por una semana.
¡Y listo! Ahora tienes una deliciosa mayonesa casera lista para acompañar tus platillos favoritos. Disfrútala con papas fritas, en sándwiches, ensaladas, hamburguesas, carnes asadas, pescados y mucho más. Su versatilidad y sabor incomparable seguramente conquistarán a todos en la mesa.
Recuerda que esta receta te permite ajustar los ingredientes según tus preferencias, así que siéntete libre de experimentar con diferentes hierbas o agregar otros condimentos que te gusten.
continúa en la página siguiente