La mejor manera de conservar ajos: no se seca ni germina, ¡así debes guardarlo!
El tercer método: conservación con bicarbonato
Prepara una bolsa de comida o una bolsa de almacenamiento hermética.
- Coloca los ajos dentro de la bolsa, distribuyéndolos de manera uniforme.
- Prepara una toalla de papel o gasa y vierte una cantidad adecuada de bicarbonato de sodio comestible sobre la toalla de papel. Luego agrega hojas de té sobre el bicarbonato de sodio.
- Envuelve la toalla de papel con los ingredientes y asegúrala con una goma elástica para evitar derrames.
- Coloca la bolsita de secado natural dentro de la bolsa de ajos.
- Expulsa el aire de la bolsa y átala bien para cerrarla herméticamente.
- Las hojas de té contienen polifenoles que inhiben la germinación del ajo, mientras que el bicarbonato de sodio adsorbe el exceso de agua.
Almacena la bolsa en un lugar ventilado y seco. - Para consumir los ajos, abre la bolsa de plástico, saca los ajos y vuelve a atarla.
El cuarto método: conservación hermética
- Inicie partiendo todo el ajo que se compró en dientes pequeños.
- Si hay algún ajo blando, marchito o podrido al pelarlos, y apartarlo inmediatamente para evitar que afecte a los demás.
- Preparar un frasco sellado y luego coloque todos los dientes de ajo en el frasco.
- Proceda a cerrar herméticamente la tapa del frasco para evitar la humedad y aislar el aire. Esto reducirá la concentración de oxígeno y frenar la respiración del ajo.
- Al reducir la luz solar, el aire y la humedad, se evita que el ajo germine y crezca.
- El frasco sellado permite un fácil acceso al ajo cada vez que se necesita.