Para combatir estos problemas de forma ecológica y económica, aquí tienes algunas soluciones naturales:
Bicarbonato de sodio: Mezcle bicarbonato de sodio con agua y ejecute un ciclo de lavado a fuego alto. Su acción abrasiva elimina eficazmente los depósitos de moho y callos.
Ácido cítrico: Utilice jugo de limón o lima, rico en ácido cítrico, para contrarrestar la formación de carbonato de calcio. Agregue un poco al cajón de detergente y ejecute un ciclo de lavado vacío para evitar depósitos de callos.
Peróxido de hidrógeno: para eliminar las manchas difíciles y desinfectar el tambor, vierta una taza de peróxido de hidrógeno y ejecute un ciclo de lavado sin ropa.
Sal gruesa: La sal gruesa ofrece una acción abrasiva similar a la del bicarbonato, ideal para eliminar callos y moho.
Imán de Cal: Para ablandar el agua y así reducir la formación de callos, basta con conectar un imán al grifo de la lavadora.
Conclusión: Siguiendo estos métodos simples y naturales, podrás decirle adiós a los olores desagradables y a la acumulación de callos en tu lavadora. Cuide su electrodoméstico y seguirá cuidando su ropa de manera eficiente e higiénica durante muchos años.