Prepara la mezcla base: En un bol grande, bate los 3 huevos hasta que estén bien mezclados. Agrega el ajo picado, el perejil picado, una pizca de sal y pimienta al gusto. Mezcla bien para que los sabores se integren.
Añade el pan rallado: Ve añadiendo pan rallado poco a poco a la mezcla de huevo, removiendo constantemente, hasta que obtengas una masa con una consistencia espesa, pero no demasiado densa. La cantidad de pan rallado puede variar, así que ajusta según sea necesario.
Forma las porciones: Con la ayuda de una cuchara, toma porciones de la masa y dales forma de pequeñas tortitas. Si la mezcla está demasiado líquida, añade un poco más de pan rallado hasta que sea más manejable.
Fríe las tortitas: En una sartén grande, calienta una cantidad generosa de aceite de oliva a fuego medio. Cuando el aceite esté caliente, fríe las tortitas por ambos lados hasta que estén doradas y crujientes. Esto debería tomar unos 2-3 minutos por cada lado.
Escurre el exceso de aceite: Retira las tortitas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Sirve caliente: Los huevos tontos se disfrutan mejor recién hechos, con un exterior crujiente y un interior suave y sabroso. Puedes servirlos solos, con una ensalada fresca, o como guarnición de un plato principal.
Consejos
Controla la cantidad de pan rallado: Añade el pan rallado poco a poco para evitar que la mezcla quede demasiado seca. La consistencia debe ser lo suficientemente firme como para formar las tortitas, pero no demasiado densa.
Ajusta el ajo y perejil a tu gusto: Si prefieres un sabor más intenso, puedes aumentar la cantidad de ajo y perejil en la mezcla. Recuerda que estos ingredientes aportan mucho sabor al plato.
Freír a temperatura adecuada: Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de freír las tortitas para que queden crujientes por fuera y suaves por dentro. Si el aceite no está lo suficientemente caliente, absorberán demasiado aceite y quedarán grasosas.
Varía las especias: Si te gusta experimentar, puedes añadir otras especias como pimentón, comino o incluso un poco de queso rallado a la mezcla para darle un giro personal a la receta.