HOJALDRE SALADITOS RELLENOS DE JAMON Y QUESO


Descongelamos la masa de hojaldre y la enharinamos por ambos lados para evitar que se nos quede pegada a la mesa de trabajo, y así poder manipularla más fácilmente. La masa suele venir algo gruesa así que la estiraremos un poco con el rodillo.
Ahora la cortamos por la mitad a a la larga procurando dejar dos partes iguales.

PARA EL RELLENO DE LOS SALADITOS Cortamos tiras de queso de aproximadamente 2 centímetros de ancho más o menos y hacemos lo mismo con las de jamón york.
A lo largo del centro de cada una de las mitades de hojaldre ponemos las tiras de jamón y queso de forma alterna hasta tener 4 capas.
Una vez hecho esto tapamos el relleno de jamón y queso con un extremo de la lámina y con una brocha de cocina lo pintamos con el huevo.
Plagamos el otro extremo de forma nos quede pegado con el huevo. El huevo nos servirá como pegamento para que los saladitos no se abran durante el horneado.
Lo damos la vuelta para que el cierre quede hacia abajo y hacemos lo mismo con la otra mitad de hojaldre.
Una vez que tengamos formados dos rollos, los pincelamos con el huevo batido.

Espolvoreamos las semillas de sésamo para que queden adheridas al huevo.
A continuación cortamos cada rollo en porciones de 4 centímetros. Por cada tira salen aproximadamente unos 6 saladitos.
Distribuimos las porciones en una bandeja de horno cubierta con papel de hornear.
Con el horno precalentado a 200 grados y con el turboventilador activado, metemos la bandeja a media altura y horneamos de 10 a 15 minutos, o hasta que veamos que el hojaldre a crecido y se a puesto dorado

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