En una sartén grande, calienta el aceite de oliva o la mantequilla a fuego medio-alto.
Agrega las rodajas de cebolla a la sartén y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén doradas y caramelizadas, aproximadamente unos 10-15 minutos. Retira las cebollas de la sartén y reserva.
En la misma sartén, agrega un poco más de aceite si es necesario y coloca los trozos de hígado. Cocina por unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén dorados por fuera pero aún tiernos por dentro. Evita cocinar demasiado el hígado, ya que puede volverse duro.
Una vez que el hígado esté cocido, vuelve a colocar las cebollas caramelizadas en la sartén y mezcla todo junto.
Condimenta con sal, pimienta y las hierbas frescas o secas de tu elección, si las estás usando. Revuelve bien para que todos los sabores se combinen.
Cocina por un par de minutos más para que los sabores se mezclen y se caliente uniformemente.
Sirve el hígado encebollado caliente, acompañado de arroz, puré de papas o pan fresco, según tu preferencia.
